Artículo publicado en La Vanguardia
Con 85 años, Sergi Schaaff acababa de instalarse Tik Tok en su teléfono móvil. “La curiosidad no tiene edad”, solía decir con sonrisa desafiante a sus compañeros cada vez que pisaba el plató de Saber y ganar. Pese a que la salud le había obligado a bajar el ritmo, no se perdonaba no acudir, durante un rato, a supervisar cómo iba su último hijo televisivo.