Buena parte del mundo del periodismo lamenta este miércoles la muerte de Antonio Burgos. Prolijo escritor, experimentado columnista e íntimamente ligado a su querida Sevilla, Burgos nos deja a los 80 años de edad, a consecuencia de una enfermedad respiratoria.
Productivo hasta el último de sus días, siguió publicando su columna, El Recuadro, en el ABC, diario donde estaba asentado como uno de sus principales columnistas desde sus comienzos en 1966. A lo largo de su trayectoria profesional, además de columnista, también ejerció el cargo de subdirector en ABC. En paralelo, colaboró con otras revistas y periódicos como Hermano Lobo, La Codorniz, Triunfo, Cuadernos para el Diálogo, Diario 16 o el Mundo.
Una actividad periodística que fue premiada recientemente, la pasada semana, con el premio Andalucía de Periodismo a la Trayectoria Profesional por la Junta de Andalucía y que será entregado a título póstumo el próximo 26 de diciembre.
En paralelo con su labor periodística, Burgos también ha sido autor de numerosos libros y ensayos como Guía Secreta de Sevilla, Mirando al Mar soñé, Jazmines en el ojal o Andalucía, ¿tercer mundo?. Nacido en Sevilla en 1943, también tiene el título de Hijo predilecto de Andalucía.
Amante de las tradiciones, Antonio Burgos, además de pregonero de la Semana Santa de Sevilla, también fue pregonero y letrista de los carnavales de Cádiz, de donde también es hijo adoptivo. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla y en Filología Románica, por la Complutense de Madrid. Durante el Franquismo se involucró en grupos de convicciones democráticas que fueron el germen del Partido Andalucista.
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