Artículo publicado en PR Noticias
Los medios de comunicación están en constante evolución. Para entender hacia dónde se encaminan este año y cómo afrontarán los obstáculos que se les plantéen, es necesario atender a las tendencias actuales. El Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo ha publicado los resultados de una investigación sobre los retos a los que se enfrentan los medios y las estrategias que deben poner en marcha los editores en 2023.
El informe pone de manifiesto las tendencias, según lo que han votado los líderes de los medios, así como otros desarrollos adicionales que apuntan los autores del estudio. Este estudio se basa en una encuesta a 303 líderes de medios (CEOs, editores, directores digitales y de innovación, etc.) de 53 países, principalmente europeos, entre noviembre y diciembre de 2022. Estas son las 16 tendencias extraídas del informe:
- Los directivos y editores tienen mucha menos confianza en sus perspectivas de negocio que el año pasado en estas mismas fechas. Menos de la mitad de nuestra muestra de editores, CEOs y líderes digitales (44%) dicen tener confianza con respecto a 2023, y alrededor de una quinta parte (19%) expresa poca confianza. Las mayores preocupaciones están vinculadas al aumento de los costes, el menor interés de los anunciantes y el estancamiento de las suscripciones. Incluso quienes son optimistas prevén despidos y otras medidas para reducir gastos.
- Al mismo tiempo, la mayoría (72%) sienten preocupación por el incremento de personas que evitan las noticias (especialmente en torno a asuntos relevantes pero a menudo deprimentes, como la guerra en Ucrania y el cambio climático) y sólo el 12% no muestra ninguna inquietud. Los medios planean contrarrestar esta tendencia con contenidos explicativos (94%), formatos de preguntas y respuestas (87%) e historias inspiradoras (66%), todas opciones consideradas importantes o muy importantes este año. Producir noticias más positivas (48%) es una respuesta menos popular.
- En 2023, más medios invertirán en suscripciones y membresías: la mayoría de los encuestados (80%) sostiene que ésta será una fuente de ingresos prioritaria, por delante de la publicidad (incluyendo la nativa). Pese a que la gente restringe sus gastos, más de la mitad (68%) aún aguarda este año cierto aumento de los ingresos por suscripciones y otros contenidos de pago.
- Según los líderes encuestados, en 2023 será importante o muy importante contar con tres o cuatro fuentes de ingresos diferentes. Un tercio (33%) espera obtener ingresos significativos de las plataformas tecnológicas por licencias de contenidos (o innovación), lo que marca un aumento relevante con respecto al año pasado y refleja los frutos de los acuerdos multianuales que se negociaron en algunos mercados con varios medios grandes, a menudo como fruto de políticas que impulsaron esos mismos medios y han sido presentadas o consideradas por los gobiernos.
- Este año se prevé la promulgación de más leyes para restringir contenidos “nocivos” en las redes sociales y al 54% de los encuestados les preocupa que las nuevas normas puedan dificultar la publicación de noticias que no sean del agrado de los gobiernos. Alrededor de un tercio (30%) muestra menos inquietud al respecto y el 14%, ninguna.
- Los directivos advierten que este año prestarán mucha menos atención a Facebook (-30 de puntuación neta) y Twitter (-28); en cambio, dedicarán más energías a TikTok (+63), a Instagram (+50) y a YouTube (+47), tres redes donde abundan las audiencias jóvenes. El mayor interés en TikTok (19 puntos porcentuales más que en 2022) evidencia el deseo de atraer a los menores de 25 años y de experimentar con narraciones utilizando videos verticales, pese a que existe cierta preocupación por la monetización, la seguridad de los datos y demás implicaciones relacionadas con el origen chino de la plataforma.
- La potencial implosión de Twitter bajo el mando de Elon Musk ha concentrado la atención en el valor que representa esta red para los reporteros. La mitad de nuestros encuestados (51%) indica que la posible pérdida o el debilitamiento de Twitter sería perjudicial para el periodismo, pero el 17% tiene una mirada más positiva: dice que tal situación podría reducir la relevancia que actualmente se da a las opiniones de una elite poco representativa pero ruidosa. LinkedIn surge como la alternativa más popular (42%), seguida de Mastodon (10%) y Facebook (7%). A otros les cuesta señalar un sustituto similar.
- A medida que el impacto del cambio climático se torna más evidente, el sector de medios se replantea cómo cubrir este asunto complejo y polifacético. Alrededor de la mitad (49%) refiere que han creado equipos especializados para reforzar la cobertura, y un tercio ha contratado más personal (31%). Algo menos de la mitad (44%) dice que suele integrar distintas dimensiones de la emergencia climática en diferentes áreas (por ejemplo, en la cobertura de negocios y deportes) y tres de cada diez (30%) han desarrollado una estrategia específica sobre el cambio climático para su empresa.
- En términos de innovación, los encuestados anticipan que destinarán más recursos al pódcast y al audio digital (72%), así como a los boletines enviados por correo electrónico (69%): se trata de canales que han demostrado eficacia para aumentar la fidelidad a las marcas informativas. También aumentará la inversión prevista en formatos de video digital (67%), acaso por impulso del explosivo crecimiento de TikTok. Por el contrario, sólo el 5% afirma que derivará recursos al metaverso, lo que marca un mayor escepticismo con respecto a su potencial para el periodismo.
- Las empresas de medios van integrando discretamente la inteligencia artificial en sus productos para ofrecer experiencias más personalizadas. Casi tres de cada diez encuestados (28%) dicen que la IA ya forma parte habitual de sus actividades, y un 39% confirma que ha realizado experimentos en este ámbito. Nuevas aplicaciones como ChatGPT y DALL-E 2 también aportan ejemplos de eficiencia en la producción y en la creación de nuevos tipos de contenidos semi-automatizados.
Otras seis claves
- Más periódicos dejarán de circular debido al aumento de los costes de impresión y al debilitamiento de las redes de distribución. También podremos ver otra oleada de respetables cabeceras pasando a un modelo exclusivamente online.
- La televisión y la radio encabezarán los despidos periodísticos, ya que sus audiencias se ven afectadas por la fatiga informativa y por la competencia de los streamers. Más cadenas de TV se referirán abiertamente al momento en el que pueden apagarse las transmisiones lineales. El cambio parcial de Netflix hacia un modelo también basado en la publicidad pone aún más presión sobre los ingresos por esa vía.
- El informe de 2022 predijo la explosión de creatividad en las narraciones con videos cortos en las redes sociales orientadas a los jóvenes. Este año veremos que más medios adoptan estas técnicas, mientras los videos se extienden en busca de ingresos sostenibles.
- Es esperable que se produzca una corrección en la economía de los creadores. Si bien siguen prosperando varias iniciativas periodísticas individuales que se han puesto en marcha en Substack y en otras plataformas, resulta implacable la presión de cumplir plazos constantes por cuenta propia y no es posible confiar en que perdurarán los “fondos para creadores” y demás incentivos monetarios similares que ofrecen algunas empresas. Los colectivos y las microempresas asoman como nueva tendencia para 2023.
- Es casi imposible predecir el próximo movimiento de Elon Musk en Twitter, pero probablemente se genere una gran brecha entre la retórica y la realidad, a medida que se evidencian las complejidades de dirigir una comunidad global creativa y franca. También es probable que Musk deje su puesto como CEO más pronto que tarde, y no se puede descartar otro cambio de propietario.
- Mientras tanto, las gafas inteligentes y los auriculares de realidad virtual, que son los componentes básicos del metaverso, mantendrán cierta atención, sobre todo porque se espera que Apple lance su primer auricular. La incorporación de “patas” al metaverso de Facebook ha llevado ocho años y una inversión de miles de millones de dólares; el despliegue de estos avatares no convencerá a los críticos internos o externos, ni hará que el concepto resulte más relevante para el periodismo.