Entre finales de enero y mediados de febrero tomará cuerpo el bono cultural de 400 euros destinado a jóvenes que cumplan 18 años, aunque probablemente no será efectivo hasta mayo o junio. Esos son los plazos que maneja Miquel Iceta, ministro de Cultura, que ha anunciado que también se podrá invertir en suscripciones a periódicos o revistas y tendrá un límite de 100 euros en digital.
La inclusión de los medios responde a la petición que el Club Abierto de Editores (Clabe) trasladó al propio ministro, así como al presidente del Gobierno, poco después de que se anunciara la iniciativa. Y supone que alrededor de 500.000 jóvenes pueden convertirse en público objetivo de diarios y revistas para conseguir que se den de alta durante el año de vigencia de ese bono. La posibilidad de recabar nuevos suscriptores gracias a esta medida aparece en un contexto en el que las cabeceras con muros de pago tienen problemas para incrementar sus cifras tras el auge experimentado durante la primera fase de la pandemia.
A eso podría ayudar el establecimiento de límites anunciado por Iceta, que impedirá que los jóvenes puedan gastar toda su partida asignada en un solo sector. Eso garantizará un reparto más o menos diverso entre cine, libros, música y otros productos /actividades como las propias suscripciones digitales. Entre ellas figuran las de los servicios de streaming, para las que habrá topes concretos que aún no se han decidido.
El coste de esta medida se sitúa en 210 millones de euros y llega tras las experiencias de Italia y Francia. En el primero de esos países se implantó en 2016 para que 574.000 jóvenes pudieran disponer de 500 euros para gasto cultural, en el que también se incluían las suscripciones a periódicos. En el segundo más de 600.000 personas que cumplían años en 2021 han dispuesto de 300 euros, también con un límite de 100 para productos digitales, pero con un margen de tiempo de 24 meses para emplearlos. En ambos casos se ha vertebrado a través de una aplicación móvil específica.
Fuente: Dirconfidencial