Informar en tiempos de guerra

por Redacción

Esther Ruiz

Una vez más nos toca informar en uno de los peores escenarios que se pueden imaginar en el mundo. Un escenario bélico lleno de dolor, drama, misiles, bombas, víctimas, invasores, invadidos, éxodos humanos, muerte, desesperación y desesperanza.

Esta vez, la información se multiplica ya no hay “corresponsales de guerra”, ahora cualquiera que esté allí con un teléfono móvil es periodista y reportero. Ya no solo se publica en el periódico, se dan noticias en la televisión o se cuenta los que está pasando en la radio, ahora todo es “minuto/resultado”, información constante en redes sociales, en YouTube, en Twitch, en Whatsapp´s, Telegram… Retransmisiones en streaming de manera ininterrumpida. Estamos asistiendo a una guerra en tiempo real.

Nos enfrentamos a uno de los retos más complicados de nuestra profesión, la desinformación y por otra parte, la saturación de información, lo que la Organización Mundial de la Salud definió como infodemia.

Todo ha cambiado, ya no hay unidades móviles, ya no hay cámaras, ya no hay teletipos, ni tan siquiera hay equipos… simplemente con un móvil, cobertura y datos ilimitados, informamos. Los estrategas ya no son solo bélicos, también utilizan los medios sociales para ganar batallas, para desestabilizar, para sembrar la duda… Saben como utilizar la propaganda disfrazada de información. Los enviados especiales tienen trabajo doble, además de narrar los hechos parecen verificadores de los mismos, están rodeados de “relatos épicos” que tienen que desmontar para llegar a la verdad.

Estamos llevados por la inmediatez, por ser el primero en informar, en impactar, por hacernos virales y eso, en muchos casos está reñido con la veracidad. Hay tanta prisa por todo que en muchos casos no da tiempo a contrastar y como todo es tan fugaz y efímero, a veces, ni tan siquiera desmentimos esperando que se olvide.

Informar es apasionante y cada vez más difícil, mucho más en tiempos de guerra donde nos jugamos la vida y no hablamos solo de hechos sino de personas, de vidas… Por eso no nos podemos dejar llevar por el momento “del relato emocional” en el que vivimos, sino que debemos volver a nuestra esencia y antes de contar, contrastar.

Esther Ruiz

Periodista, comunicadora, escritora. Autora de ‘Cuando esto pase

@estherruizm

Puede que te interese

Esta web utiliza cookies que mejoran la experiencia de navegación. Haz clic en aceptar si estás de cuerdo con nuestra política de cookies. Aceptar Leer Más