El mundo de la radio y la televisión ‘perdió’ por decisión de ella misma, hace ya algunos años, a una gran comunicadora, Mari Cruz Soriano.
Hoy queremos reproducir una maravillosa historia contada por su propia voz y que tiene mucho que ver con esta casa, la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España, que desde hace casi 50 años entrega los premios más relevantes a profesionales de la industria audiovisual, las Antenas de Oro.
A esta historia pueden ponerle la música de su piano…
«La radio, mi casa.
Se extravió en una mudanza. Perdió su brillo dorado pero yo la veo igual que cuando llego a mis manos una noche de 1997 en Benalmádena .
Es la Antena de Oro de la Radio Española , un premio especialmente valioso porque lo concede un jurado formado por excelentes profesionales de ese medio, hombres y mujeres que sufren y gozan las dificultades de una actividad en la que ser auténtico y veraz no forma parte de estrategia alguna.
La radio transmite fielmente a través de la voz, toda la amplia gama de emociones humanas sin filtro ni artificio, como lo viene haciendo desde hace millones de años . Y ese es su magnífico e insuperable aporte a la comunicación, lo que la sitúa, ojo, en el más alto índice de credibilidad .
En el Día Internacional de la Radio, no puedo sentirme más orgullosa de esa tribu que me acogió cuando yo iba para arqueóloga, pero me equivoqué de puerta .
Y ha sido una verdadera suerte.«
Mari Cruz Soriano