
LECTURAS PARA EL CAMINO
Alberto Barciela
Periodista
Prensa Ibérica
He sentido, por un momento, la necesidad de ausentarme de la realidad casi inasumible del dolor que aporta un ahora inundado de catástrofes: danas, inundaciones, terremotos, fuegos, guerras, pandemias… Lo probable, lo improbable, lo predecible, lo inevitable, necesita al menos una vacuna contrastada: la lectura. A mí, lo confieso, me urgía el criterio del acercamiento a esa realidad sin más rey que un personaje casi irreal, a esa hermosa y próxima verdad llamada Marruecos, a esa Berbería que tanto ha aportado a nuestra cultura y a nuestra lengua, y que sin embargo tanto daño hace a la memoria española. En verdad, vivimos como hermanos, separados por las incongruencias de un amor tan próximo como resentido, tan necesitado como repudiado, tan cercano como añorado.