La comunicación durante la pandemia: demasiada información, pero poco fiable

por Redacción
  • Según el estudio “La Comunicación de la Pandemia” realizado por Estudio de Comunicación y LA RAZÓN, la sociedad opina que hubo demasiada información y suspende la confianza en los políticos, las Administraciones y los Medios

La crisis provocada por la Covid-19 es la primera pandemia de la historia en la que se ha empleado la tecnología como método principal para mantenernos en todo momento informados. El problema es que esta herramienta, es decir, internet, también produce un exceso de información que no siempre es fiable, lo que puede generar confusión entre la población.

Transcurridos ya más de dos años desde que estalló esta crisis sanitaria que ha causado más de 15 millones de muertes en todo el mundo, la consultora Estudio de Comunicación y el medio LA RAZÓN han llevado a cabo un estudio realizado entre los meses de enero y marzo de 2022, con un formato online, aunque con distintos procesos de participación. En el caso del público en general, la difusión del cuestionario fue amplia, abierta a todo el que quisiese o pudiese contestar y desde cualquier dispositivo de comunicación, y se consideraron válidas 714 respuestas; respecto a los profesionales sanitarios, el cuestionario se difundió de forma directa a los distintos colectivos que participan del sector de la salud y se recogieron 260 cuestionarios válidos; por último, para los periodistas, que aportaron 232 respuestas válidas, se difundió por invitación directa y restringida a sus destinatarios.

El objetivo de este estudio “La Comunicación de la Pandemia. La comunicación entre y hacia los distintos colectivos” realizado a través de un cuestionario abierto por un lado y por otro lado, con un cuestionario específico dirigido de forma directa a 260 sanitarios y 256 periodistas, con un total de 1.230 cuestionarios válidos, no es señalar a los culpables de esos errores, sino cuantificar el grado de confianza en los emisores. Así, para obtener los mejores resultados, han preguntado al público en general (dividiendo si formaban o no parte de algún colectivo que transmitiera información), a los periodistas y al personal sanitario.

Los receptores finales solo aprueban la fiabilidad de la información con un 5,1

Según los datos obtenidos de este reciente estudio se pueden demostrar diversas creencias respecto a la labor comunicativa realizada por los líderes de opinión durante la pandemia de la Covid-19.

En esta línea, en cuanto al «feedback» que tiene la opinión pública respecto a la información recibida durante la crisis, la población considera que fue demasiada, y además, poco fiable. “Prácticamente la mitad de la población no entendía la información durante la pandemia y el 57,8% de la población suspendía esa fiabilidad, que es un dato suficientemente alto”, ha explicado Benito Berceruelo, consejero delegado de Estudio de Comunicación, y encargado de presentar los datos del informe. Quien ha puesto como ejemplo, aquellos primeros momentos en los que se nos dijo que “la mascarilla no era tan necesaria, cuando tiempo después se dijo que era fundamental”. Los receptores finales solo aprueban la fiabilidad de la información con un 5,1 sobre 10, cuando esta se centraba en tratamientos y en vacunación contra el SARS-CoV-2.

“La opinión pública suspende la confianza en los políticos con un 2” 

A su vez, la opinión pública suspende, con cifras muy bajas, la confianza en los políticos con un 2 y a las administraciones y a los medios de comunicación con un 3,7 en ambos casos. Aprueba, en cambio, a las entidades internacionales como la OMS y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) con un 5 raspado, pese a que en ocasiones ambos organismos mandaron mensajes contradictorios.

Pero la sociedad no es la única que suspende a los políticos, los periodistas, también les ponen un 2,4 sobre 10. En cambio, muestran confianza en las entidades internacionales (6,4), pero sobre todo en los sanitarios, científicos y consejos y colegios profesionales de salud.

Y por último, el público más exigente, es decir, el personal sanitario suspende la confianza que tienen en los políticos, a los que ponen un 1,4 sobre 10, a los funcionarios (2,5), a los medios de comunicación (3) y a las administraciones (3,6). De hecho, solo aprueban a los organismos internacionales, a los científicos y a los consejos y colegios profesionales de salud.

Por su parte, los sanitarios de Medicina y Cirugía, UCI incluidas, y que son un 21% de los sanitarios entrevistados en esta encuesta, todos dan un sonado 0 a los políticos.

Coloquio final

En la presentación del estudio, celebrada en la sede del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, en Madrid, tuvo lugar un coloquio en el que han participado Juan Abarca, presidente de HM Hospitales, Juan Carlos Gil Rubio, director general para España y Portugal de Moderna, Sergio Alonso, director adjunto de La Razón y director de A Tu Salud, y Rosa María García, directora del área de salud de Estudio de Comunicación.

En general, todos los ponentes han valorado la comunicación como una herramienta estratégica que, en opinión de Rosa María García, “debería de ser una aliada para dar a la población un mensaje de tranquilidad y confianza. Hay una serie de ingredientes básicos en la gestión de la comunicación de una crisis: informar con rapidez, actuar con transparencia e informar de manera coordinada y uniforme”.

Ahora bien, en concreto, para Juan Abarca, presidente de HM Hospitales, la comunicación en la pandemia “ha sido y sigue siendo un desastre en general, y fundamentalmente la ejercida por parte de los políticos y por algunos medios de comunicación. Estos buscaban la noticia para posicionarse en un lado u otro según su ideología” a lo que añadía que por esto, “no me extrañan los resultados. Los medios no han informado, han sido títeres de los distintos gobiernos, lo siguen siendo y solo han buscado la polémica”.

Por su parte, Sergio Alonso, director adjunto de La Razón, defendió el papel de los Medios que según ha afirmado, “tienen que hacer su trabajo con celeridad, en un contexto desconocido, con una enfermedad nueva que los científicos transmitieron como pudieron. Fue un trabajo muy complicado porque los portavoces cambiaban de opinión constantemente creando un gran desconcierto”. Y afirmó que, “hubo una pésima información institucional desde el punto de vista de la gestión -y no ideológico- de forma que la información se convirtió en propaganda”.

Ante tales opiniones. el directivo de Moderna, Juan Carlos Gil, ha defendido el papel de la industria farmacéutica avalando el papel de la Comunidad Europea, que según ha comentado permitió centralizar la gestión y crear un marco legal capaz de otorgar derechos y definir limitaciones. “Para Moderna y nuestro equipo de investigación y desarrollo fue un gran reto que pudimos asumir gracias al apoyo de todos los actores, consiguiendo tener disponible una vacuna en 60 días, con un 95% de efectividad”.

El acto también ha contado con la presencia de Elena Mantilla, directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid quien ha querido concluir afirmando que durante la pandemia, “todos los datos estaban y están disponibles para todos los que quisieron acceder a ellos” y que, “a pesar de haber cometido errores el esfuerzo fue el mejor posible”.

Fuente: PR Noticias

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