El periodismo debe ser un muro de contención frente a las fake news. Esta ha sido la idea en torno a la que se ha desarrollado uno de los debates de la jornada en la que UTECA ha organizado diferentes mesas de expertos para abordar el asunto de la ‘desinformación’.
Concretamente la dedicada a explicar el porqué los medios de comunicación son el mejor arma para combatir los bulos ha contado con la presencia de Vicente Vallés como moderador y Julián Quirós, director de ABC; Francisco Rosell, director de El Mundo; Ignacio Cardero, director de El Confidencial; Ignacio Escolar, director de Eldiario.es; Encarna Samitier, directora de 20 Minutos; Ana Isabel Pereda, directora de Expansión y Albert Sáez, director El Periódico de Catalunya como ponentes.
Todos ellos en un principio han partido de una idea cristalina. La permisividad de las redes sociales y el nulo control editorial sobre sus informaciones son un auténtico peligro para una sociedad “sin anticuerpos”.
“Debemos aspirar a que los medios de comunicación ganen dinero”, expresaba Ana Isabel Pereda, “tener recursos suficientes facilita la libertad y la calidad de la información”
Si en algo coincidían varios de los mencionados periodistas era en que, paradójicamente, las personas desconfían de la prensa pero, sin embargo, se sienten verdaderamente informadas a través de Twitter, Facebook e incluso WhatsApp.
«El propio ciudadano debe ser el primero exigente, pero estamos en una sociedad en la que uno busca reafirmar sus prejuicios, no la verdad (…) Además, los medios tienen, desde fuera, una imagen de falta de credibilidad. Por ello, nuestra labor es encomiable, porque somos el reflejo de la realidad, contamos lo que otros no quieren que contemos y nos dedicamos a ser un instrumento de regeneración democrática», expresaba Cardero.
En este sentido, el director de El Mundo ha apuntado que era una locura que en la actualidad “lo sagrado sean las opiniones y lo libre los hechos”. “El periodismo tiene unos enemigos muy peligrosos”, indicaba, “y lo peor es que las fake news son propagadas por gobiernos de todo tipo. No se acaban por acabar con uno de los actores. Ahora mismo las redes sociales son periodismo con máscara”.
Para combatir ese ‘anonimato’ incontrolado, en la conversación se ha aludido a la importancia de la firma de los periodistas que, según Rosell, “se ha revalorizado” en los últimos años. “No hacen falta terceros que verifiquen. Esa ha sido siempre la función real del periodista”.
De esta manera, en la actualidad, que en una información aparezca la firma del redactor situaría al lector en un ambiente mucho más seguro y creíble, puesto que es intrínseco de su profesión la función de contrastar y verificar las noticias que relata.
En esta línea se ha destacado de manera sutil que para ello “hacen falta periodistas”. “Debemos aspirar a que los medios de comunicación ganen dinero”, expresaba Ana Isabel Pereda, “tener recursos suficientes facilita la libertad y la calidad de la información”. Y es que, el ritmo de una sociedad impaciente y desconfiada habría provocado que la inmediatez de la información estuviese por encima de la veracidad de la misma.
“No hacen falta terceros que verifiquen. Esa ha sido siempre la función real del periodista”
Un melón ha abierto otro que, a pesar de ser extremadamente comentado en el sector de forma diaria, no deja de crear polémica con su aparición: los muros de pago. ¿Son necesarios para combatir las ‘fake news’?
La respuesta dependerá de a qué director se pregunte. Según Ignacio Escolar, encapsular la información de calidad en la condición de pago podría suponer “dejar a aquellos que no pueden pagar esa suscripción expuestos a la desinformación y los bulos” y, de esta manera, “crear una discriminación social”.
Respecto a esto, Rosell ha indicado que “siempre ha existido” y que “no es dinero” el precio al que están dichos ‘abonos’. “Antes, quien quería informarse se gastaba el dinero en comprar un periódico. El problema es que a la gente ya no le interesa estar bien informada”, reafirmaba.
Escolar, quien afirmaba que “para mucha gente siete euros de suscripción es mucho dinero”, también ha querido exponer que el referente de los muros de pago (Estados Unidos) ha sufrido las consecuencias de fomentar esta modalidad de prensa con la aparición de numerosos ‘seudomedios’ que, con la creación de una cabecera, actúan como periódicos serios ante una sociedad que les elige por la gratuidad.
Fuente: Dircomfidencial