- La periodista Marina Ovsyannikova se enfrenta a penas de prisión por sacar un cartel en un informativo de máxima audiencia. Los medios rusos recogen la protesta sin mostrar el mensaje y muchos la borran horas después
La protesta duró unos segundos en horario de máxima audiencia en el principal canal de Rusia. La editora de la sección de internacional Marina Ovsyannikova irrumpió el lunes por la noche detrás de la presentadora con un cartel contra la guerra, algo que podría ser duramente sancionado por la ley “contra la desinformación” que aprobó el Gobierno a los pocos días de comenzar la ofensiva sobre Ucrania, y su gesto llegó a millones de rusos, a los que pidió salir de su estado de trance mientras prosigue el conflicto. “No a la guerra. Parad la guerra. No creáis la propaganda. Te están mintiendo”, ponía en el cartel.
La periodista gritó consignas como “alto a la guerra” mientras la presentadora alzaba el tono de voz y daban paso a un vídeo sobre un hospital. Lo hizo durante la emisión de Bremya (Tiempo), un programa de Pervyi Kanal que lleva en antena desde 1968 en la primera televisión del país. El suceso fue ampliamente difundido por casi toda la prensa rusa nada más suceder pasadas las 22.00 de la noche del lunes, pero ha desaparecido de los medios este martes por la mañana pese a su viralidad en internet. El cartel apareció difuminado en todos los medios y en sus perfiles de redes sociales para evitar ser censurados.
Tras la irrupción en el plató, Ovsyannikova fue trasladada desde las instalaciones de la televisión en Ostánkino a dependencias policiales, según confirmaron el diario Kommersant y el portal periodístico OVD-Info, especializado en cubrir las protestas contra el Kremlin y sus detenciones. Este último medio ofreció a la periodista la asistencia legal de dos de sus abogados. La reforma acometida por el Kremlin contempla como delito “desacreditar a las fuerzas armadas rusas”. Además de una multa, la condena puede conllevar penas de cárcel de hasta tres años, o 15 si se pone en riesgo al ejército.
El disidente ruso Iván Zhdanov, un estrecho colaborador del opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni, ha asegurado en su cuenta de Twitter que Ovsyannikova está bajo investigación “en virtud del artículo 207.3 del Código Penal” “Se enfrenta a entre cinco y diez años (de prisión). Si realmente hacen eso, entonces el acto heroico de Marina pasará a la historia”.
Antes de su acción, Ovsyannikova publicó un vídeo donde explicaba sus motivos ataviada con un collar con los colores de Ucrania. “Lamentablemente, he trabajado varios años en Pervyi Kanal y en la propaganda del Kremlin. Me siento muy avergonzada por ello. Avergonzada por permitirme contar mentiras en la pantalla de televisión. Avergonzada por permitir la zombificación de los rusos. Hemos estado en silencio desde 2014, cuando esto empezó. No hemos salido a protestar cuando el Kremlin envenenó a (Alexéi) Navalni”, dijo en referencia al opositor, encarcelado a principios de 2021 nada más regresar a Rusia de su convalecencia en una clínica de Berlín por haber sido intoxicado con Novichok, según llegó a verificar.
“No creáis la propaganda”. El mensaje que Ovsyannikova había escrito en el cartel era más amplio, pero esta fue la única línea que no difuminó Nóvaya Gazeta para mantener viva esta historia en su portada horas después. El medio abría con ello este martes como “la foto del día”, aunque con una explicación muy parca: “En directo, en el programa Vremya, a espaldas de la presentadora Ekaterina Andreyeva, apareció una mujer con un cartel cuyo contenido completo nos prohíbe difundir Roskomnadzor (el supervisor de las telecomunicaciones ruso) y el Código Penal”. Otros diarios, como Kommersant y RBK, habían publicado también varias piezas, pero ya no se encontraban en sus portadas.
Desde que el presidente ruso Vladímir Putin ordenó la ofensiva sobre Ucrania el pasado 24 de febrero, el diario ha hecho malabares para informar y no ser sancionado al mismo tiempo por el Kremlin. Su director, el laureado premio Nobel de la paz Dmitri Murátov, ya se vio obligado a borrar un editorial contra la guerra hace semanas, algo que rechazaron hace apenas quince días otros medios como Dozhd y Eco de Moscú, hoy cerrados.
La protesta de Osvyannikova corrió como la pólvora por las redes sociales, desde los canales de Telegram a plataformas bloqueadas en Rusia como Twitter e Instagram, donde los rusos, incluidos los medios oficialistas y algunas agencias gubernamentales, siguen activos mediante el uso de VPN (redes virtuales que simulan estar en el extranjero) y otros programas. Fue precisamente en Instagram donde la presentadora Ekaterina Andreeva dijo que el yoga la ayudó a mantener la compostura. “Pase lo que pase, mantente firme como una roca. ¿De dónde saco tanta resistencia? Del yoga, lo necesitaba”, publicó Andreyeva, que presenta el programa desde 1998 y recibió cientos de críticas por esta publicación.
Por el contrario, la página de Facebook de Ovsyannikova recibió decenas de miles de comentarios, muchos de ellos de agradecimiento y felicitaciones por ser “una heroína”. Asimismo, la protesta también se hizo viral por la Runet, como se conoce popularmente la parte rusa de Internet. No solo por la difusión del vídeo íntegro y de las noticias que hablaban de ello, sino también gracias al humor. Los memes cambiaron el mensaje original por chanzas como rutinas de deporte o la lista de la compra, y algunas cuentas que apoyaban la guerra únicamente lograron difundir aún más la protesta al retocar el cartel con mensajes de apoyo a la ofensiva contra Ucrania.
Fuente: El País