La segunda entrega de datos de GfK DAM, correspondiente al mes de febrero, empieza a consolidar cifras aproximadas y tendencias en torno a la métrica de promedio de audiencia diaria. Si los cuatro primeros lugares se asientan en torno al margen estrecho entre El País y El Mundo en la disputa del liderato, muy por delante de 20 Minutos y ABC, La Vanguardia ya se queda fuera de los cinco primeros tras ser adelantada por El Confidencial y con una ventaja escasa sobre eldiario.es.
Esa posición empeora el quinto lugar que el diario de Godó mantiene en usuarios únicos acumulados, un dato en el que en los últimos tiempos venía siendo líder a menudo en Comscore. Jaime Agulló, vicepresidente para Europa del Sur, Oriente Medio y África de esa compañía, explicaba recientemente en una tribuna en DIRCOMFIDENCIAL que variaciones como esa se deben a que el nuevo medidor opera de una forma incompleta y deja sin registrar usuarios de orígenes determinados.
En concreto hablaba de dos formatos controlados por terceros: AMP de Google e Instant Articles de Facebook. La eventual pérdida de tráfico auditado en ambos entornos tendría impacto directo en la estrategia tradicional de La Vanguardia para captar usuarios útiles para Comscore, basada en un elevado peso del tráfico de búsquedas móviles y en el uso intensivo de promoción de artículos en Facebook. Eso ayudaría a explicar que en los datos de enero entregados en paralelo por el anterior medidor recomendado apareciera como la segunda cabecera con más usuarios únicos, con más de 20 millones que duplican los que GfK le ha concedido en sus dos primeras auditorías.
El otro medio que afronta una situación similar es El Español, para el que el peso del SEO es igualmente crucial. Comscore ha mantenido al diario fundado por Pedro J. Ramírez durante meses entre los tres primeros pero GfK le sitúa en octava posición en cuanto a promedio de audiencia diaria y en séptima en relación con los usuarios únicos acumulados.
En ese contexto hay opiniones variadas en el sector, todas ellas condicionadas por la estructura de tráfico de los medios en los que trabajan quienes las emiten: unos opinan que la foto que hace el nuevo medidor es bastante más cercana a la realidad de consumo informativo en España, al menos más coincidente con los resultados de distintas encuestas; y otros creen que se penaliza la diversidad del acceso a medios que han sabido optimizar vías ajenas a la portada.
La planificación publicitaria que se decide en parte por esos datos está en juego. Y el debate sobre hasta qué punto los usuarios no cuantificados de las vías mencionadas son más o menos relevantes para esas asignaciones en el esquema tradicional cobertura-frecuencia está servido. Mientras, Comscore prepara una nueva metodología de medición para intentar convertirla en el estándar para la industria española en 2023.
Fuente: Dircomfidencial